El General mexicano Francisco Serrano fumaba y leía,
hundido en un sillón del casino militar de Sonora.
El General leía el diario.
El diario estaba cabeza abajo.
El Presidente Alvaro Obregón quiso saber:
-¿Usted lee siempre el diario al revés?
El General asintió.
-¿Y se puede saber por qué?
-Por experiencia, Presidente. Por experiencia.
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